Medea y Jasón 2

Medea era hechicera, hija de la oceánide Idia y de Eetes, rey de Colquidae, región situada a orillas del mar negro.

Por la rama paterna es nieta de Helio, el Sol, y sobrina de la hechicera Circe y Pasífae, la esposa del rey cretense Minos. A veces se la considera hija de la diosa Hécate, patrona de las magas. Según esto podría ser la hermana de Circe y no su sobrina.

Cuando el héroe Jasón, al frente de los argonautas, llegó a Colquidae en busca del vellocino de oro, Medea se enamoró desesperadamente de él. A cambio de la promesa de Jasón de una fidelidad duradera y de llevarla a Grecia con él, se sirvió de sus poderes mágicos para permitirle engañar a su padre y obtener el vellocino.

Protegió con sus ungüentos mágicos a Jasón de los resuellos de fuego con los que le atacaban los toros que por orden de Eetes debía vencer y condujo al joven hasta el preciado tesoro, durmiendo antes con sus sortilegios al fiero dragón que guardaba el vellocino.

Medea zarpó entonces de Colquidae con Jasón, llevándose a Apsirto, su joven hermano, con ella. Para escapar de la persecución de Eetes, Medea mató a Apsirto y dispersó sus restos en el mar.

El rey se detuvo a recogerlos y la demora permitió escapar a Jasón y a su grupo.

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En otra leyenda, es Jasón quien mata a Apsirto después de que Eetes lo envíara en persecución de los fugitivos.

Finalmente, Medea, en su huída, es capaz también de vencer a Talos, el gigante de bronce que el rey Minos había puesto como centinela de su isla.

Cuando Jasón y Medea llegaron a Grecia, supieron que Pelias, el malvado tío de Jasón, había sido responsable de la muerte de los padres del héroe. Para vengar sus muertes, Jasón pidió una vez más a Medea que lo ayudara con su magia.

Complaciente siempre a sus deseos, la hechicera consiguió la muerte de Pelias mediante una astuta estratagema. Les dijo a sus hijas que sabía cómo ellas podían hacer que su anciano padre recuperara la juventud y, para demostrarlo, descuartizó a una oveja de muchos años y puso los trozos a hervir.

Después, soltó a un cordero joven, encantador y juguetón, que surgió de la caldera de agua caliente. Las hijas se convencieron de que podían rejuvenecer de manera semejante a su padre.

Así, después de darle Medea a Pelias un poderoso narcótico, las hijas se dispusieron a cortarlo en pedazos, pero Medea desapareció sin decir las palabras mágicas que le habrían devuelto la vida.

Después de esto, Jasón y Medea zarparon hacia Corinto, donde tuvieron dos hijos. Vivieron felices hasta que Jasón, cansado de Medea, repudia a ésta para prometerse a Glauce, la hija del rey corintio Creonte.

Para vengarse, Medea, colérica y enloquecida, mató a su rival enviándole un vestido nupcial que la abrasa inmediatamente junto con su viejo padre que acude a socorrerla; a continuación mata, en el templo de Hera, a sus dos hijos, dos niños habidos de su unión con Jasón.

Medea escapó de la ira de Jasón abandonando Corinto en un carro tirado por caballos o dragones alados, regalo de su abuelo Helio, en dirección a Atenas. Allí logró gran influencia sobre el rey Egeo que se casa con ella pues, sin saber que Teseo es su hijo.

Gracias a sus poderes como maga, Medea conoce la naturaleza de Teseo, un joven héroe que en ese momento llegaba a Atenas. Ella no deseaba que su influencia sobre Egeo se viera afectada por la aparición de un hijo, así que tramó con Egeo invitar a Teseo a un banquete y le dio un vaso con una bebida envenenada.

Egeo voluntariamente conspiró con ella por miedo a que los atenienses prefirieran al popular y joven héroe antes que a él y quisieran colocar a Teseo en el trono. Afortunadamente, Teseo le hizo saber que era su hijo y Egeo arrojó el vaso con veneno.

Medea escapó de la ira de Egeo junto a su hijo Medo, concebido de su unión con Egeo y regresa a Cólquide, donde madre e hijo darán muerte a Perses que había traicionado a su hermano Eetes y usurpado el trono. Allí es donde se dice que murió feliz, reconciliada con los suyos. Se dice que obtuvo la inmortalidad.

CAPITULO 1      INTRODUCCIÓN Y RESUMEN DEL RELATO   

– Resumen.
– Los orígenes de Jasón y Pelias.
– Hipótesis de interpretación.
– La nave Argo y sus tripulantes: los medios para alcanzar la luz.

 

CAPITULO 2      CANTO PRIMERO    

En busca del vellocino de oro: la visión del ideal
– Jasón: el héroe con un pie en el otro mundo
– Lemnos: primera etapa o el dominio de las emociones desbocadas.
– Cízico o cómo abrir el corazón.
- ¿Quién oyó gritar a Hilas?: abandonando al cuerpo físico.

CAPITULO 3      CANTO SEGUNDO  

El largo viaje a EEA:  el Sendero
– Amico: la intuición irrumpe en la cabeza.  Surge la inofensividad.
– Fineo: la indagación inteligente genera la facultad de discriminar.
– Las rocas cianeas: concentración, buen decir, armonía y acción
   para acceder a la conciencia grupal.
– Los hijos de Frixo: incorporando los secretos de la electricidad, el
   magnetismo y la curación energética.

CAPITULO 4   CANTO TERCEROJasón y Medea: el matrimonio interno.
– Medea: la magia transformadora de la mente superior.
– Hecate: el terreno sagrado del encuentro.
– La prueba: en el Campo de Ares, el héroe Jasón y su alma Medea,

CAPITULO 5   CANTO CUARTO Jasón, Medea y el Vellocino: cómo curar.
– Apsirto: matando la fragmentación con desapego.
– Circe: la purificación.
– La visión de las vacas blancas: el fin del camino, luego de curar
   Caribdis, Escina y las Sirenas..

1.2   Los orígenes de Jasón (la curación) y de Pelias (la enfermedad)

EOLO ª ENARETA                                                              POSIDON

                                             ª  ALCIDICE    

                   SALMONEO                ª  SIDERO

                                                                                        ª

                                                                                              NELEO

                        SISIFO       ª        TIRO

                                                                                              PELIAS   ª  ANAXIBIA

                        CRETEO       ª          FERES                                              HIPOTOE

                                                                                                                        PELOPIA

                                                                AMITAON                                         PISIDICE      

                                                                                                                        ACASTO

                                                                HIPOLITA

                                                                                              MINIAS   ª  EURIANASA

                                                                                                      CLIMENE ª FILACO

                                                                                                  ESON ª ALCIMEDE

 

                                                                MIRINA  ª  TOANTE                         PROMACO

 

                                                                       HIPSIPILA         ª    JASON      

CAPITULO 4   CANTO TERCERO

Jasón y Medea: el matrimonio interno.

4.1            Medea: la magia transformadora de la mente superior. 

El canto tercero se inicia con una conversación entre Hera (el alma de todas las cosas, el gusto, la satisfacción ) y Atenea (la mente superior), que traman un plan para ayudar a los Argonautas dado lo terriblemente soberbio que es Eetes.  Deciden ir a visitar a Afrodita (la diosa  del amor) para que anime a su hijo Eros para que con una de sus flechas hechice a Medea, la joven hija de Eetes, a fin de que se enamore del argonauta Jasón.

Mientras Eros descendía a cumplir con el encargo de su madre Afrodita.  Jasón se disponía a ir a hablar con Eetes para tratar de convencerlo que les entregue por amistad el vellocino dorado.  Invitó a los hijos de Frixo y a Telamón y Augías para que lo acompañaran y tomó el cetro de Hermes (el caduceo, símbolo de la curación). Mientras avanzaban Hera desplegó una densa bruma para protegerlos hasta su llegada.

En los jardines de Eetes se encontraban las obras que Hefesto (el poder del alma; deseo; forjador de metales)  había planeado (fuentes, toros de bronce, portón).  En los aposentos vivían Apsirto, hijo de Eetes y la ninfa Asterodea y Calcíope y Medea, hijas de Eetes con su esposa Iduya, joven descendiente de Océano y Tetis.

Allí se encontraron con gran alboroto, Calcíope y sus hijos y se dirigieron a la puerta de Eetes e Iduya.  Mientras tanto Eros dispuso su flecha y la prendió en el interior de la doncella Medea, encendiendo su corazón, semejante a una llama que ardía a favor de Jasón.

Los hijos de Frixo y Calcíope relataron a Eetes su infortunio marino, la pérdida de la nave y las condiciones en que fueron rescatados por los esónidas, Jasón hijo de Esón el Creteida, de la estirpe de Creteo, por el cual serían parientes.  Creteo y Atamante eran hijos de Eolo y a su vez Frixo era hijo del Eólida Atamante. También explicó Argos que los argonautas venían con el propósito de pagarle dignamente la donación del vellocino del carnero dorado.

Eetes se indignó al oír estas palabras, sus entrañas rebosaron de cólera, sin embargo, les ofreció darles la piel de oro para que se la lleven después de superar ciertas pruebas de valor.  Deberían enfrentar los toros de pies de bronce que resoplaban llamas por la boca y sembrar con ellos los dientes de una serpiente que al crecer se transformaban en guerreros armados.

Jasón aceptó el desafío y se marchó junto con Augías y Telamón, acompañado por Argos quien les aconsejó convencer a Medea, doncella práctica en filtros, sacerdotisa de la diosa Hécate, para que los apoyara en el logro de la prueba.

Por su parte, Eetes planeaba destruir a los Minios luego de vencer a Jasón en la prueba y castigar duramente a los hijos de Frixo por haber traído a su tierra a los malhechores enemigos.

Argos intentaba convencer a su madre, Calcíope, para que suplicase protección a Medea.  Calcíope no estaba ajena al peligro que se cernía sobre sus hijos y los visitantes.

Entretanto Medea estaba desconcertada por el dolor que sufría ante el sólo pensamiento de la muerte del argonauta, imaginaba que el extranjero había aceptado la prueba no por deseo de llevarse la piel del carnero sino para llevarse a su casa una esposa legítima. Desesperada se acercó en busca de consuelo a su hermana Calcíope.  Tras una profunda charla acuerdan que Medea acudirá a Hécate a llevar unos hechizos contra los toros para dárselos al extranjero.

Esa noche Medea no pudo conciliar el sueño; por momentos se decía que daría los filtros, luego se decía que no que soportaría su desgracia, la muerte de su amado; por momentos deseaba acabar con su vida. Después de dar vueltas sin rumbo llamó a sus criadas, que eran 12, vírgenes y de su misma edad, para que dispusieran el carro que la llevaría el templo de Hécate.  Sacó de su caja un filtro que llaman “prometeico”, que al ungirse en el cuerpo luego de propiciar a Hécate, protege de los golpes y el fuego.

TELAMON:  venda, cinta; bandolera.

AUGIAS: luz, brillo, rayo de sol; mirada, ojo.

MEDEA:  Hija de Eetes, lo impetuoso, e Iduya, el saber, el conocimiento.  Nieta del sol y sobrina de Circe. Significa cuidar, reinar, pensar.  Es un arquetipo escorpiano, hechicera.  Podría simbolizar, por su manejo de los filtros, la química del cuerpo.

CALCIOPE: se ve como de cobre, conductor.

Vemos que para el encuentro final se reúnen las 3 fuerzas, Afrodita, Atenea y Hera, el amor, la sabiduría y la manifestación o la materia.  Organizan un plan para asegurarse la victoria de la curación.

Sorprendentemente Jasón y los Argonautas son apoyados y ayudados no sólo por los hijos de Frixo a quienes rescataron y simbolizarían el fuego por fricción, sino también por Calcíope y Medea.

A través de la participación del amor (Afrodita y su hijo Eros) inducidos por la sabiduría de la manifestación (Atenea y Hera) se produce el milagroso encuentro de la química del cuerpo y la curación, encuentro que posibilitará librar la batalla final para alcanzar el Vellocino, es decir, la salud entendida como homeostasis, regulación salud / enfermedad.

4.2            Hecate: el terreno sagrado del encuentro.    

Argos conducía al Esónida a través de la llanura, tras oír que Medea había salido de mañana rumbo al sagrado templo de Hécate.  Con el auspicio de Mopso que había oído la palabra profética de un ave enviada por la diosa Afrodita quien sería su aliada en las pruebas, Jasón se encaminó hacia el templo de la diosa Hécate al encuentro con Medea.

Cuando Medea lo vio le brincó el corazón y sus ojos se nublaron.  El Esónida se dio cuenta de que ella había caído en una turbación de causa divina y empezó a hablar halagándola, solicitándole el filtro y prometiéndole luego su debida protección.

Entonces Medea le comunicó sus medios de defensa.  Sacrificar una oveja, construir una hoguera, propiciarse a Hécate en la noche.  Por la mañana licuar el filtro y untar su cuerpo.  El filtro le daría valor infinito y gran fuerza. Además untar su lanza, su escudo y espada. Le aconseja uncir los toros, arar rápidamente la tierra, proseguir hasta el fin la matanza y llevarse luego el vellocino.  Finalmente llorando le pidió no olvidarla desde el otro lado de los mares, pues siempre lo recordaría.

A él también se le infiltraba el amor, y le ofreció llevarla, si lo deseaba. 

Medea habitaría finalmente en Grecia, pues así lo había planeado Hera como una desgracia para Pelias.

Jasón fue a reunirse con sus compañeros y Medea retornó con sus criadas.

Eetes entregó los dientes para la futura prueba y Jasón, esa noche, procedió a realizar lo convenido con Medea.

ARGOS: lo brillante, la plata.

PELIAS: lo oscuro, la enfermedad.

HERA: el alma de todas las cosas, la manifestación

MEDEA: el pensamiento cuidadoso. La visualización creativa.

HECATE: simboliza la decisión, el momento de la bifurcación de los caminos; diosa que concede la facilidad de palabra en juicios, protege los niños y se especializa en magia y hechizos.  Es invocada para luchar contra la locura y está presente en el nacimiento y la muerte. Era representada con 3 cabezas o 3 cuerpos.

EETES: podría simbolizar el cuerpo físico.

MEDEA: podría ser la química del cuerpo, quien obedece al pensamiento amoroso.

JASÓN: la curación.

El encuentro entre Jasón y Medea tiene lugar bajo el augurio de Hécate, es el momento decisivo.  Así como para que entre en juego la mente (Medea) en el proceso de curación (Jasón) fue necesaria la intervención de Eros, el amor, vemos que  la resolución del conflicto no puede tener lugar sin que previamente participe la decisión justa.  Medea tiene que elegir entre su amor y sus lazos familiares infantiles (su padre Eetes o Jasón).  Ayudada por Calcíope, el cobre, metal que simboliza a Venus por su flexibilidad, Medea se decide a participar en el evento liberando al Vellocino, la energía vital, de las tierras del temerario Eetes.  Elige el camino del amor que anida en su corazón.

4.3            La prueba: en el Campo de Ares, el héroe Jasón y su alma Medea. 

En la mañana emprendieron el desafío rumbo al Campo de Ares.  Tan pronto amarraron Jasón se puso en marcha con su lanza y escudo, saltando de la nave. 

Para sorpresa de Eetes, la fuerza de su enemigo logró ungir los toros con ayuda de los Tindáridas (Cástor y Pólux).  Aró la tierra lanzando los dientes a su paso.  Por todos lados empezaron a brotar los guerreros, llamados terrígenos o nacidos de la tierra (la materia). Para su defensa Jasón recordó los consejos de Medea y tomó de la llanura una gran piedra y la lanzó contra ellos.  Los guerreros como perros acosados, unos a otros comenzaron a destruirse con estruendo.  Jasón se lanzó contra ellos y los combatió uno a uno.

Pesadas angustias llegaban a Eetes.  Iba de regreso a la ciudad meditando con ansiedad de qué modo se opondría a Jasón con más rapidez.

El día se hundía y la prueba había sido cumplida por Jasón.

La prueba que debe enfrentar Jasón es una clara experiencia de Tauro, la materia, la manifestación, el cuerpo, y de Aries, la lucha, la fuerza, el vigor y la energía ilimitada.  Es un encuentro entre el cuerpo físico y la energía, esto es lo único que permitirá acceder al Vellocino o energía vital.  Por otra parte, Aries y Tauro pueden, es decir, los toros y los terrígenos, pueden estar representando el campo de los deseos.

Uncir los toros, puede significar controlar el instinto.

Los guerreros se enfrentan todos contra todos, aparece un descontrol de la agresión en semejante situación.  Lo más instintivo pelea sin razón.

La prueba para alcanzar el vellocino (Aries alto) tiene que dominar Aries bajo (los terrígenos), purificar los instintos primarios para acceder a la forma elevada que posibilita la salud.

Es de destacar que toda la posibilidad de transformación la genera Eetes desde el momento que retiene al Vellocino.  Es así que Eetes podría ser considerado el Ego, las pruebas serían las pruebas del Ego, de la identidad, del Sol individual.

CAPITULO 5   CANTO CUARTO

 

Jasón, Medea y el Vellocino: cómo curar.

 

5.1                Apsirto: matando la fragmentación con desapego.

Medea convencida del peligro que corre porque no pasará inadvertida su ayuda, decide huir junto con Jasón y los hijos de Frixo.  Se resuelve a acompañar a Jasón en la etapa final.  Los jóvenes llegan a través del sendero al sagrado bosque, enfrentan a la serpiente de ojos insomnes.  Medea invoca protección al dios Sueño y rocía sus ojos con una poción de enebro.

Finalmente Jasón alza en sus manos el gran vellocino.  Al alba regresan al grupo y se disponen a zarpar inmediatamente rumbo a la patria de los héroes.

Ya Eetes y los Colcos habían descubierto el amor y las acciones de Medea.  Se reunieron en armas.  Eetes tenía a su lado a Apsirto y conducía los caballos que le regalara Helios.  El rey invocaba a Helios y a Zeus como testigos de la afrenta y amenazaba al pueblo que si no les traían a los enemigos todos pagarían con sus cabezas.  El mismo día los Colcos se hicieron al mar persiguiendo a los malditos.

A la tercera aurora los Argonautas amarraron en las costas de los Paglagones para rendir sacrificios a Hécate. Luego llenos de alegría partieron rumbo a Orcómenos.  Pero de muy cerca los seguía Apsirto.

Finalmente, se encuentran y pactan que podrían llevarse el Vellocino puesto que Eetes se los había prometido, pero que Medea debía permanecer hasta que se decidiera su destino en juicio.

Medea al enterarse reprocha al esónida este pacto y le exige que cumpla sus juramentos ante Zeus.  Jasón la calma y le explica que todo se trató de lograr tiempo para tomar alguna decisión, y entre ambos planean una gran trampa para Apsirto.  Le ofrecen presentes, lo citan en un templo y allí la misma hermana lo rodea de filtros, el joven cree en su engaño y sin dudarlo se dirige hacia una emboscada donde Jasón le da muerte.  Los héroes abordan la nave cólquide y dan muerte a sus seguidores.

Todos deseaban buscar la nave Argo para dar muerte a los crueles traidores y asesinos de su soberano, pero Hera los contuvo con relámpagos y tormentas.

Cuando a los Argonautas les pareció estar fuera de peligro echaron amarras en la tierra de los Hileos los que le indicaron la ruta a cambio de un gran trípode de Apolo.

5.2                Circe: la purificación.

A Zeus lo invadió la cólera por lo que habían hecho a Apsirto, y decidió que regresarían sólo después de haber purificado la terrible sangre a las influencias de Circe de Eea.  Hera sabiendo la cólera de Zeus y preocupada por el final de aquel viaje, mandó una terrible tormenta.  Polideuces y Cástor rogaban poder llegar al mar Ausonio para encontrar a Circe, hija de Perse y de Helios.  Fue allí donde cayó Faetonte del carro de Helios.

Los Argonautas no tenían ganas de comer ni de beber, se acongojaron angustiados.

Una corriente los empujó y llegaron al encuentro de Circe, hermana de Eetes.

La maga los invitó a seguirla, preparó un sacrificio con el que se purifican los criminales. Celebró ritos y libaciones invocando a Zeus, protector de los suplicantes. Después los invitó a que hablaran.  Circe al conocer los hechos, como era su pariente y suplicante no le preparó ningún daño pero tampoco aprobó sus planes ni su vergonzosa huída invitándola a abandonar rápidamente su estanza.

5.3                La visión de las vacas blancas: el fin del camino, luego de curar Caribdis, Escina y  las Sirenas.

Finalmente, luego de ser purificados por Circe, superan la isla de las Sirenas, Escila, Caribdis y los Planctae y llegan al pueblo de los feacios donde otros cólquides reclaman a Medea y para evitar su entrega se celebra su casamiento con Jasón.

El resto del viaje simplemente es ir recorriendo distintos episodios de desprendimiento, mueren Canto y Mopso, encuentran al gigante Talos en Creta.  Arriban a Anafe, donde Jasón tiene un sueño de Eufemo (buen decir) que es favorable y que se lee como que arriban a Egina y a Pagasa, que es el fin del viaje.

Las vacas blancas son el símbolo del alma.

EPILOGO

El sentido general, básico del Viaje de los Argonautas, es el de LA ENFERMEDAD COMO CAMINO. El que toma la decisión de realizar la expedición no es el antihéroe Jasón, sino el rey Pelias, el usurpador del trono, que representa precisamente a la enfermedad, quien ordena que se haga el viaje para buscar el vellocino de oro.

¿El camino hacia dónde?. Según lo expresa el mito, todo es un ardid de Hera para que Jasón se reúna con Medea, único modo de derrotar a Pelias.

¿Qué representa Jasón? No es el héroe intrépido y decidido en el sentido habitual de los grandes héroes griegos, sino más bien alguien bastante confundido por los hechos, ignorante de su destino, y que habitualmente reacciona deprimiéndose ante los acontecimientos imprevistos y negativos de los que es una especie de títere. Tal como nos sucede hoy a cada uno de nosotros. El último episodio del  Canto Primero nos puede ayudar a comprender el estadio evolutivo de Jasón. Hércules rompe el remo porque va muy rápido en relación con Jasón. Hilas, cuando es raptado por la ninfa, es incorporado a la naturaleza, a la que representa por su belleza, salud y armonía. Polifemo también abandona la expedición.

 

Jasón tiene que hacer el viaje sin contar con la armonía y la belleza de Hilas, porque él está desequilibrado, bajo el control de la enfermedad, anda con una sola sandalia. Tampoco puede contar con Hércules, aunque el impulso inicial es de él, porque éste se encuentra varios escalones por encima del estadio evolutivo de Hércules, y como le dice Glauco, Hércules está emprendiendo su propio viaje hacia la inmortalidad, para lo cual tiene que elegir desprenderse de toda influencia o apego de lo material. Por eso se separa de Hilas. La siguiente figura puede ayudarnos a comprender lo antedicho.

Hilas está más cerca del punto A que cualquiera. En realidad, forma parte de la naturaleza, forma parte del ecosistema. Es un ignorante, pero vive en perfecta armonía con las fuerzas naturales. Está muy cerca del eje de lo esencial.

Hércules, en cambio, está más cerca del punto C. Es un iniciado, que está de vuelta de la inmersión en la oscuridad de la materia, rumbo a la luz de la sabiduría, desapegado del deseo.

Jasón, como casi todos nosotros, está llegando al punto B. Se ha olvidado de todo; no reconoce, como hércules, su naturaleza divina, y está bajo el influjo de la enfermedad. No está, como Hilas, en armonía. Tampoco sabe muy bien de dónde viene ni adónde va. Aunque las fuerzas de los dioses lo están llevando al contacto con la mente iluminada de Medea. Síntesis de Amor-Sabiduría. Probablemente, todo el mito describa lo que le ocurre al hombre cuando pasa por el punto B. Deja de ser presa  de la polaridad, su vida comienza a tener dirección de retorno al hogar del padre, en un proceso de reorientación en el que tiene que aprender a desconectarse del miedo que en él generan la enfermedad y la muerte, para emprender la aventura  notable de encontrar el único valor que existe: la valentía, o el valor del amor en su corazón. Finalmente, se le aconseja prescindir también de Polifemo (el exceso de palabras), porque, según nos recuerda Anthony de Mello, “sanamos en el silencio”.

Pero, además del silencio de las noches estrelladas en los mares del mundo, ¿con que cuentan los Argonautas en su aparentemente peligroso viaje por lo desconocido?

En primer lugar, con la fuerza del número. A Jasón lo acompañan 52 nobles varones, de los que quedan 49 luego de la triple deserción apuntada. La literatura esotérica menciona que en el proceso evolutivo del cuarto reino de la naturaleza, el humano, en su generación del quinto reino, intervienen “49 fuegos”. Esta misma fuente indica que lo que viene, en la era de Acuario, prepondera lo grupal. Y que no existe sobre la Tierra fuerza más grande que la de una opinión pública informada.

El significado posible de esta profusión de personajes es de gran importancia, puesto que nos conecta con la conciencia grupal. El protagonista es el grupo. La clave está en pasar del yo al nosotros. Darse cuenta de la hermandad como condición humana esencial. Finalmente, se hacen transparentes los hechos de que somos todos hijos del mismo Padre, y del poder del grupo, siempre que el grupo sea armonizado por la lira y el canto de Orfeo, como sucede en el momento de emprender el viaje.

Todo lo cual comienza a socavar la ilusión de la separación, de la fragmentación ilusoria que percibimos en nuestra condición de pedidores autocentrados en la conciencia del yo personal separado.

En orden de importancia, el mito describe dos atributos que emplea Jasón en la primera aventura. Desembarca en la isla de Lemnos con el Manto Rojo Púrpura que representa, en sus siete escenas, los siete poderes o las siete energías que integran a cada ser humano, y que están a su disposición por derecho de nacimiento. Toda la evolución humana consiste, probablemente, en el reconocimiento consciente y en el desarrollo de la capacidad de emplear tales energías.

“Y en su diestra tomó Jasón la lanza larga que le había regalado ATALANTA”, una virgen que mataba con esa lanza a sus pretendientes. Jasón tomó la lanza y rechazó a su dueña, que quería participar del viaje. Porque el Viaje de los Argonautas no es para vírgenes, sino para seres que han sido prolijamente , y repetidamente, desilusionados. Cuenta el mito que luego de regalarle a Jasón su lanza de largo alcance, Atalanta dejó de ser virgen y de estar aislada, pues tuvo un hijo llamado Partenopeo.

La lanza larga podrá representar la capacidad virginiana de discernir, de discriminar, como cualidad de la mente inferior, que puede ser un atributo esencial si es bien usada, o una estúpida arma mortal si  no se emplea con sabiduría.

Las otras dos condiciones esenciales para iniciar el viaje hacia el fin de la enfermedad están representadas por las aventuras con Hipsípila “la de las piernas largas”, con la que Jasón estrenó su “lanza larga”, que podría interpretarse como la actitud sabia de explorar y trascender la polaridad, en lugar de eliminar el polo que nos da miedo o que nos enoja, y en el episodio de Cízico, que nos habla de la necesidad de abrir el corazón a lo que viene, dejar de actuar conectados con el miedo o la aparente conveniencia, y salir de la confusión que nos generan el orgullo y la crueldad.

El premio es notable, y consiste en encontrar el tesoro oculto en cada corazón humano: el Valor para enfrentar cualquier aventura, el sabio amor de Medea, y la salud perfecta del poder espiritual que transmite un Vellocino de Oro conectado con lo mejor de nosotros mismos.